Los cuentos de las elecciones

Escrito por Jaime Rebolledo *Politólogo
jueves, 07 de febrero de 2008
Desde el Patíbulo

“Allí vienen las elecciones y usted compañero con quién está”, decía la voz áspera de un dirigente de un populoso partido de la época, a otro militante que respondía con voz de campechano “Con Luis Piñerúa vale”, este diálogo sirvió para que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Acción Democrática (AD), motivara el voto de los adecos en aquella campaña de 1978. Amén de las diferencias de tiempo y circunstancia, aquel proceso comicial se parecerá mucho al presente, los abanderados del oficialismo acudirán a intentar motivar a sus electores tradicionales con el afán cierto de impedir el abrasador empuje de las fuerzas opositoras en toda la República principalmente en Anzoátegui.

Los integrantes del aún incierto Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), no saben ni siquiera quien será el candidato o los candidatos que tendrán para los venideros compromisos electorales. El panorama de los oficialistas está un poco confuso, por primera vez, en especial en Anzoátegui, no hay una tendencia clara, en el ayer los Dávilas eran mayoría evidente, como en su oportunidad el Tarekismo lo fue, pero en esta ocasión los rojos no poseen un lado que incline más que el otro.

El nerviosismo se afianza más sí la oposición marcha unida. La firma de un acuerdo entre los 5 grandes partidos de la oposición, arrinconó en las cuerdas a los factores del chavismo, éstos asustados buscan la estrategia militar de mayor éxito, es decir, divide y vencerás. En el caso de esta región montan fiestas con la hemorragia de candidaturas a gobernador por los partido antichavista. Desde mi punto de vista, ese aspirante de los demócratas opositores debe estar entre los alcaldes Luis Cardozo, Jacinto Romero o Gustavo Marcano, sin dejar por fuera a Ernesto Paraqueima.

Mientras el oficialismo da de antemano como perdido el municipio Simón Bolívar, tras la pésima gestión de los Pérez Fernández y ante la derrota estrepitosa del dos de diciembre, seguramente se inclinará por uno de los integrantes del Clan Pérez, para hacer valer la teoría de que “es mejor que pierda uno de ellos, que uno de nosotros”, haciendo alusión a la gente del gobernador, la oposición deshoja la “margarita” entre el dirigente de La Causa Radical, que lo menos que representa es ser causaerrista, Luis Edgardo Mata, el aspirante de Primero Justicia (PJ), y sacrificable para Gustavo Marcano y el diputado Plácido Malavé, (que según mi opinión cuanta con el apoyo suficiente en dos aristas importantes, la organización, Un Nuevo Tiempo que es la primera de la entidad y con la esencia popular necesaria para derrotar al oficialismo), estos aspirante de la oposición tienen el deber moral de apoyar la unidad.

Ante la división de los adversarios de Chávez, que es alegría de tísico para los chavistas, la proposición del dirigente socialcristiano, Leonardo Guzmán, de solicitar un pacto regional de organizaciones políticas para apoyar a una sola opción para las 21 alcaldía así como para el Palacio de Gobierno estadal, se presenta ante los ojos de los inquilinos del poder como una bofetada en su rostro “maquillado”. Como avezado militante de la Gran Familia Demócrata Cristiana, me siento complacido que la idea de una firma de un acuerdo estadal surja del seno de “Mi Segunda Casa”.

Los cuentos de las elecciones, jamás se pueden dar por adelantado, hace apenas unos meses todos daban al “Si” como ganador, inclusive el propio dos de diciembre en las primeras de cambio está opción era la triunfadora y para sorpresa de tirio y troyanos, el “No” con una escasa ventaja rechazó una de las “locuras más grande que se han intentado en la historia constitucional de Venezuela, sólo comparable con las acciones de Nerón o Calígula”.